La ETA es una autorización de viaje que Nueva Zelanda implementará a partir de octubre de 2019. Deberá ser solicitada por los ciudadanos de aquellos países que están exentos de tramitar un visado para viajar allí. Se estima que el tiempo de procesado no superará las 72 horas, aunque podrá llegar a ser tan rápido como 10 minutos. Además, tendrá una validez de dos años desde que se emite, y habrá dos opciones para su solicitud: completando un formulario en línea o a través de una aplicación móvil. A continuación, te brindamos mayores detalles sobre la duración de la ETA.
La ETA tendrá una duración de 2 años a partir de su aprobación. A su vez, el tiempo de procesamiento de esta autorización será, en general, de 72 horas. Sin embargo, es posible que aprueben tu ETA en tan solo 10 minutos.
La ETA (Electronic Travel Authorization) es una Autorización Electrónica de Viaje que el gobierno neozelandés implementará a partir de octubre de 2019. No deberán solicitarla todos los países. Está destinada a aquellos que no tienen la obligación de tramitar un visado para poder viajar a Nueva Zelanda. Algunos de estos países son los siguientes: Argentina, Chile, España, Estados Unidos, México, Puerto Rico, Uruguay, entre otros. También podrán tramitar su ETA aquellos turistas que se encuentren en cruceros o sean residentes australianos. El objetivo de esta autorización es poder llevar un mejor control de las personas que ingresan al país, y de esta manera mejorar la seguridad de la nación. Además, ayudará a brindarles a los turistas una mejor experiencia y reducirá ciertos riesgos —migratorios, de contrabando, etc.—.
Todos aquellos ciudadanos que deban tramitar una ETA tendrán dos opciones, y son las siguientes:
Como requisito, para tramitar la ETA deberás contar con lo siguiente:
La tarifa de la ETA incluye el costo por el procesamiento de la autorización, que varía según el método de solicitud que elijas (formulario en línea o aplicación móvil), más una tasa especial denominada IVL. El IVL (International Visitor Conservation and Tourism Levy) es un impuesto internacional para la conservación y el turismo, es destinado por el gobierno neozelandés a mantener las instalaciones y el medioambiente utilizado por los turistas durante su estadía en el país. Por lo tanto, el costo total de la autorización será el siguiente: